Se buscan historiadores.

Cuando corría el año 1999 un bebe fue abandonado por sus padres en un campo, horas mas tarde una humilde señora encontró a este niño desprotegido, lo llevo a su casa, lo cuido y alimento como si fuera su propio hijo.
Cuando este chico bautizado por ella Juan, cumplió los 10 años, estaba ansioso por conseguir su primer pokemon, el ansiaba un gligar, un gastly, hasta un pequeño Riolu, pero se llevo una gran decepción cuando su humilde madre le dijo que no tenia suficiente dinero para comprarle uno. Juan salio enfurecido de su casa para buscar algún pokemon por pequeño que sea.
Horas mas tarde, sentado en un banco de la plaza del pueblo Celeste, vio como un hombre maltrataba a un pequeño Dratini, para que trabajara, Juan se paro y sin medir las consecuencias fue hacia el hombre para defender al Dratini, lo ataco a golpes, pero quedo desmallado.
Ya de noche despierta en un Centro Pokemon, con su madre al lado, cuando ella le comenta que hay un Dratini herido y sin dueño allí, el se levanta y corre hacia donde se encuentra el pokemon dragón; al llegar ve al dratini inconsciente tendido en una cama, Juan se acerca y se pone a llorar a su lado, y minutos mas tarde escucha que dratini reacciona y acaricia a Juan. La enfermera Joy ve este hermoso momento y le dice a Juan si quisiera adoptar este pokemon, el acepta con gusto así que ella saca una pokeball vacía y se la da a Juan, que captura a Dratini.
Al otro día, Juan y Dratini se despiden de todos sus amigos y emprenden su propia aventura para ser Ranger para ayudar a los humanos y pokemons, además de encontrar a los padres de Juan

Vivía en ciudad Pirita. Nunca le desagradaron los pokémones, pero tampoco le gustaban. Vivía una vida cotidiana yendo al colegio, jugando con sus amigos. Un día, jugando a la escondida se escondió en la mina, él mucho no le gustaba, pero no tenía otra opción, mas que hacerlo. Ade4mas escuchó a su amigo llegar hasta el último número del conteo. Al escucharlo correr, empezó a adentrase cada vez más en la mina. Tenía todo tipo de vías y carritos cargados hasta el final de minerales que él no conocía, pensó que tal vez debería haber prestado atención en clase, pero no le dio mucha importancia. Y de repente escuchó un tremendo gruñido que lo perseguía. Corrió a todo lo que podía. Cuando se dio cuenta estaba todo oscuro, escuchó a unos Zubats revoloteando en su cabeza y se horrorizó. Se agacho en posición fetal y empezó a llorar, creyó que cuando lo fueran a buscar estaría ya muerto o sería devorado antes por un monstruo sin dejar rastros. Tanteo el suelo y se apoyó en una roca, y trató de recordar lo que los profesores solían decir en esos casos, pero al estar tan nervioso rompió a llorar de nuevo. Pero resulta que la roca en donde estaba sentado no era una roca común y corriente. ¡Era un Geodude!, este lo agarró y lo lanzó contra la pared logrando que sus costillas se rompan y que largara un tremendo alarido que retumbó en toda la mina, e hizo que todos los pokémones nocturnos se despertaran. Escuchó también que iban tras él, pero no podía moverse. Ya estaba rezando, aunque no era muy religioso, cuando una luz enceguecedora rompió la oscuridad, logrando que todos los pokémones retrocedieran a las partes oscuras de la mina. Resulta que el pokémon era un Shinx, un pequeño cachorro de león. Este lo subió a su pequeño lomo y lo sacó de ahí. Fue lo último que recordó. Cuando se despertó estaba en un hospital, junto a su madre que lo besó en la mejilla. Cuando salió unos meses después, y se encontró con su pequeño peludo amigo. Desde ese momento son inseparables y hasta el día de hoy que siguen siéndolo.