Alice: El magico mundo del pais de las maravillas (Viva la ociedad!)

La batalla contra el Treant.

Érase una vez en una cuidad lejana una niña llamada Alice, cuya imaginación solía ser mas activa que la de los otros niños de su edad y constantemente estaba imaginando cosas, le gustaba jugar a que su vida era una historia fantástica llena de monstruos y aventuras, pero siempre la regañaba su hermana mayor…
Un día Alice vio un pequeño destello en el campo, se trataba de una luciérnaga perdida pero para ella y sus historias eso era más que un simple insecto resplandeciente, así que lo siguió hasta una cuevecilla en lo profundo del bosque. Dentro de la cueva hallo un libro y una piedra con el grabado de un arco en ella. De pronto salio de la nada un pequeño hombrecillo con un reloj mas grande de lo que parecía pudiera aguantar y gritando: -¡Que tarde es!-, salio corriendo en dirección a una pequeña puertecilla. Alice como era tan curiosa no podía dejar que el hombrecillo escapara tan fácil e intento seguirle, cuando llego a la puerta por la cual el sujeto había huido se dio cuenta de que estaba cerrada y que al parecer no podía ser abierta de ningún modo, alice desesperada comenzó a golpear la puerta, que era de una especie de madera, con la piedra que había encontrado con la esperanza de al menos poderla romper, sin embargo, la puerta comenzó a quejarse por los golpes y desde la tierra comenzó a surgir un monstruoso árbol gigante con la puerta en la frente de su cabeza. Alice, que siempre había soñado con encontrar algo como esto en algún lugar se emociono y en lugar de huir como cualquier persona sensata hubiese echo, enfrento al gigante con nada más que la piedra y el libro que había encontrado. El monstruo no parecía ceder ante ningún intento de alice por vencerle pues no recibía ningún daño con los débiles golpes de la niña de tan solo 12 años, de repente y como si hubiese sentido la necesidad de alice de ayuda, la piedra resplandeció y se transformo en un arco de color blanco con grabados dorados y automáticamente respondió al golpe que el gigante había lanzado contra alice disparando una flecha que parecía haber atravesado el puño del gigante haciéndole retroceder, alice mas emocionada que nunca, tomo de nuevo su arco y continuo atacando al gigante de madera con flechas que iban apareciendo instantáneamente al momento que alice tensaba la cuerda del arco. Después de varios intentos de alice lanzando flechas al monstruo enorme noto que no parecía que sufriera daño alguno con la mayor parte de los impactos que recibía e intento dar a puntos que parecían pudieran causar mas daño, fue así como se dio cuenta que solo al darle en el orificio de la perilla de la puerta en la cabeza del gigante este se tambaleaba como perdiendo el equilibrio y concentro todo sus ataques en darle a este objetivo, fue difícil pero después de un rato de esquivar y contraatacar logro hacer que el gigante cayera por la falta de equilibrio.
Una vez que el gigante estaba en el suelo basto con que girara la perilla y entrara para poder escapara de aquello que parecía nunca tendría fin. Alice no podía creer que al fin pudiera estar teniendo una aventura como las que siempre se imaginaba y por las cuales su hermana siempre la regañaba y no deja de repetirse durante la batalla con el monstruo –Ojala la tonta de mi hermana estuviera aquí y viera esto-.

El bosque de las ilusiones.

Al pasar la puerta llego a lo que parecía ser el bosque en el cual había encontrado la cueva en la que comenzó el lió de la puerta, un poco aliviada pero triste, se dirigió hacia donde se encontraba antes de seguir a la luciérnaga, pero tras algunos minutos de caminar se dio cuenta de que no parecía llegar a ningún lado y sintió que alguien la seguía, un poco asustada pero aun nerviosa por la emoción de la aventura corrió tratando de encontrar la salida del bosque. Poco después pensó haber encontrado la salida y acelerando su paso corrió hacia el lugar que parecía ser la salida, pero la decepción lleno su rostro cuando vio que ahí estaba la puerta por la que había salido, preocupada pensó que podría hacer para salir y pensó en regresar al lugar del gigante y correr esperando que no la alcanzara, aun así sabia que era peligroso y comenzó a sollozar deseando por primera vez en toda su vida que no le pasara nada y deseando estar en casa, angustiada y de cierto modo aburrida comenzó a disparar flechas hacia la nada esperando darle algo que no fueran solo árboles, cuando de repente tras un tiro escucho un ¡Auch!, asustada corrió a ver si no había lastimado a alguien, al llegar vio a un gato con la flecha en una de sus piernas y muy espantada trato de ayudarlo diciéndose, -Tonta, tonta, tonta, ya lastime al pobre gatito-, trato de jalar la flecha sin lastimarlo pero cuando comenzó a jalarla el gato volvió a gritar -¡Auch!, me lastimas niña tonta fíjate hacia donde disparas, de cualquier modo no hace falta que seas tan tosca si me dejas de lastimar yo mismo me liberare de tu arma asesina- Alice estaba desconcertada, normalmente los gatos no hablan y mucho menos la había llamado tonta alguno de ellos, el gato se alejo un poco de alice y comenzó a desvanecerse hasta que la flecha cayo al suelo. Alice pensó que había sido una alucinación desde el principio pues ya no estaba el gato y la flecha estaba en el suelo rota sin nada que mostrara haber herido algo, Alice se puso a pensar nuevamente como haría para salir de ese bosque que no parecía tener fin y sin darse cuenta el gato volvió a aparecer sobre su hombro y le dijo –¿Estas metida en un lió muy grande no?- Alice asentó con la cabeza sin saber que pasaba por el grado de concentración en el que estaba cuando volvió la cabeza para ver quien le había hablado y vio al gato en su hombro dio un grito que retumbo en todo el bosque. Ya mas tranquila le pregunto al gato que como es que podía aparecer y desaparecer a voluntad, el gato le dijo que era por el efecto de una piedra con la inscripción “vanish” que se había comido por accidente ya hace mucho tiempo y le ofreció su ayuda para salir del bosque de ilusiones, -Estas en el bosque de las ilusiones niña y solo si rompes la ilusión vas a ver la salida de este bosque, cuando lo hagas te darás cuenta de que es mucho mas pequeño de lo que crees, el problema es que yo también estoy atrapado en el y llevo ya mucho tiempo tratando de encontrar una salida sin éxito-, Alice de nuevo saco el arco y apunto hacia cada árbol del bosque que la rodeaba pero no pasaba nada. El gato viendo que la pobre niña parecía cansada le dijo que esperara un poco que le traería fruta de los árboles, Alice acepto y volteo a ver los árboles para ver que frutos había, La mayoría eran árboles de manzanas y peras, pero había 2 que daban frutas que nunca había visto antes, Cuando el gato regreso traía 2 manzanas y una pera, se las ofreció a Alice para que comiera pero noto que estaba viendo con mucho interés los árboles de frutos extraños, -Son árboles de grande y chico niña, si te los comes uno de ellos te hace mas grande y el otro mas chico, en cierto modo son peligrosos si se usan sin precaución y solo se dan en este bosque, nadie se atreve a venir por ellos por que es muy difícil salir de el bosque una vez dentro- Alice sintió curiosidad y tomo un fruto de cada árbol por si los llegara a necesitar.

Escape del bosque de ilusiones.

Después de comer las frutas que el gato le dio, ambos volvieron a tratar de encontrar una salida pero solo había árboles de fruta y algunos arbustos, tras varias vueltas en vano alice noto que en toda su caminata solamente había visto un arbusto con flores y decidió regresar a ver si había algo que la pudiera ayudar a salir en ese único arbusto floreado.
Cuando al fin logro encontrar de nuevo el arbusto vio que las flores eran completamente diferentes unas de otras a pesar de que todas estaban en el mismo arbusto e intento tomar una de ellas, cuando su mano estuvo a punto de tomar la única rosa que florecía en ese arbusto algunas ramas del arbusto envolvieron el brazo de Alice inmovilizando. Alice grito asustada y el gato la ayudo cortando los lazos que la tenían presa, alice se dio cuenta de que el arbusto muy probablemente era parecido al árbol gigante con el que se había enfrentado antes y le lanzo flechas intentando destrozarlo
Pero estas pasaban a través de el como si las esquivara, -¡Usa el fruto del Árbol “pequeño” y lucha con el arbusto desde su interior tal vez eso funcione!- sugirió el gato, Alice dio una mordida a la fruta y comenzó a encogerse, el gato también comió un poco para ayudar a Alice con su habilidad de desaparecer si es que llegara a hacer falta.
Alice y el gato que ya eran tan pequeños que el arbusto parecía otro bosque entraron en el y a medida que se acercaban al centro comenzaba a entrar mas luz, una vez en el centro vieron a la rosa envuelta en ramas con espinas y a su alrededor toda una variedad de flores como dientes de león Margaritas blancas, rojas y tulipanes. Alice apunto directo a la rosa que se hallaba en el centro pero cuando la flecha estuvo a punto de tocar la rosa un diente de león desvió el tiro y rugió como si se tratara de un león de verdad.
Alice trato de darle a la rosa todo el tiempo pero el diente de león siempre desviaba los tiros, cansada le disparo al diente de león dándole en el centro de la flor, haciéndolo caer como si hubiera sido derrotada pero al poco tiempo se levanto de nuevo, Alice estaba consternada no parecía haber sufrido algún daño a pesar de que su flecha le había dado en el centro, -Nunca le podrás hacer algo con flechas, necesitas cortarlas o inmovilizarlas de algún modo, ¿No tienes alguna otra cosa que puedas usar?- le dijo el gato mientras cortaba el tronco del diente de león de un zarpazo. Alice trato de pensar en un modo de cortar los dientes de león que protegían a la rosa pero no se le ocurría nada, mientras el gato trataba de evitar que los dientes de león atacaran a Alice cortándolos con zarpasos y mordidas, pero no se detenían. De pronto a Alice se le ocurrió intentar usar la cuerda de su arco como una especie de cuchilla pero tenia que acercarse lo suficiente a las flores para poderlas cortar con el arco, en el momento en que pensó usar su arco como cuchilla para cortar los troncos de las flores, la cuerda del arco se transformo en una cuchilla delgada pero poderosa como si la necesidad de Alice de la cuchilla hubiese adaptado el arco a su necesidad, mientras el gato distraía las flores Alice trataba de cortar las flores desde lo mas profundo que pudiera y así acabaron poco a poco con todos los dientes de león, en cuanto termino el asedio de los dientes de león las ramas espinosas que rodeaban la rosa retrocedieron un poco haciendo un poco mas visible la rosa que antes, viendo esto, Alice volvió a intentar dar con un flecha a la rosa para intentar destruirla pero una ráfaga de fuego envolvió a la flecha calcinándola antes de que pudiera tocar la preciosa flor que era su objetivo. -¡Cuidado!- grito el gato cuando vio que una de las margaritas blancas estaba detrás de ella, en ese momento del centro de la flor salio una ráfaga de viento helado y el gato logro alejar del peligro a Alice con su habilidad de desvanecimiento.-Las rojas lanzan fuego y las blancas congelan, debemos tener cuidado o podríamos morir aquí- menciono el gato una vez que ambos estuvieron a salvo. Ahora ambos tenían un problema mas grande que los dientes de león, tenían que esquivar ataques a distancia he intentar cortar las flores casi al mismo tiempo, Alice y el gato trataron en varias ocasiones cortar las margaritas pero sin éxito hasta que en un intento de cortar una margarita roja esta lanzo su llamarada y al momento de que el gato esquivo el fuego otra flor recibió el impacto, lo que les dio una idea de cómo vencer a las nuevas enemigas. Sabiendo que muy probablemente al derrotar a las margaritas los tulipanes se lanzarían al ataque, y que no seria nada fácil cortar o hacer que se destruyeran entre si las margaritas se lanzaron contra ellas engañándolas para que se atacaran unas a otras y cortando su tronco cuando hubiera la oportunidad. -¡Tratare de que una de ellas queme a la rosa!- exclamo Alice y trato de que lanzaran su llamarada o el viento helado contra la rosa, pero en cuanto Alice se puso frente a la rosa las ramas espinosas la envolvieron y fijaron, haciéndole imposible escapar del ataque de las margaritas, en cuanto el gato vio el peligro al que estaba expuesta Alice, trato de salvarla con su habilidad pero antes de lograr el desvanecimiento por completo recibió algo del ataque de una margarita de fuego, provocándole quemaduras en casi todo el cuerpo, Aun así la mayor parte del ataque concentrado de tres margaritas dio en la rosa provocando que esta se prendiera en llamas y al instante todas las flores que resguardaban a la rosa comenzaron a morir y el arbusto, antes verde, comenzó a secarse.-Pronto, da un mordisco a la fruta del árbol “grande”- dijo el gato que se encontraba herido por el daño que había recibido. Alice, con lágrimas en los ojos por lo lastimado que estaba su amigo, comió un poco del fruto de “grande” y le dio un poco al gato, pronto comenzaron a crecer hasta recuperar su tamaño original. El arbusto ahora lucia seco y todo alrededor de Alice comenzó a desaparecer, Alice tomo al gato entre sus brazos y le dijo: -¡Ganamos!... gato-, un resplandor envolvió a Alice y al gato y en cuanto todo se aclaro Alice estaba en un prado, en medio de un pequeño jardín, en el centro de este había un arbusto verde y lo rodeaban algunas flores y árboles pequeños, -Te dije que el bosque era mas pequeño de lo que creías- dijo el gato con una pequeña sonrisita burlona pero que no disfrazaba el dolor que sentía por las quemaduras que tenia, -Lo siento mucho gato- dijo Alice con una voz triste, -Si no me hubiera querido creer la heroína, nada te hubiera pasado-, Alice abrazo al gato y comenzó a llorar pero este la interrumpió, -Tranquila, si fuiste una heroína, por que si no hubieras echo eso, jamás hubiéramos acabado de podar tanta hierba, además gracias a ti ambos logramos salir del bosque de las ilusiones y eso es muy difícil de hacer, así que no te sientas mal y no te preocupes por mi que yo estaré bien. Anda vete a donde sea que vallas y no te preocupes que estaré bien, ya nos encontraremos después, por eso ni te angusties recuerda que yo boy a donde se me antoje-. Alice estaba preocupada pero no podía quedarse con el gato hasta que este se recuperara, ahora lo único que le interesaba era regresar de algún modo, las ansias que al principio tenia de aventuras ahora se habían convertido en ganas de regresar, sin embargo su naturaleza aventurera le hicieron seguir caminando, por el pequeño jardín viendo las flores y árboles con un poco de miedo, no quería que ninguna flor se lanzara al ataque y la hiriera, al poco rato volvió a ver al hombrecillo que seguía apurado, y entonces Alice volvió a perseguirlo para ver si el le podía indicar por donde podía regresar a la cueva y salir de el lugar donde hasta ahora, solo había encontrado problemas.

La oruga y el hongo.

Alice corrió tras el pequeño hombrecillo, corrió por tanto tiempo que ni siquiera noto en que momento abandono el jardín. Pasado algún tiempo en carrera Alice comenzó a cansarse y termino por perderle la pista al hombrecillo en un pequeño riachuelo. Alice ya muy cansada y hambrienta decidió descansar junto al riachuelo, bebió un poco de agua y como si hubiese comido del fruto de “chico” comenzó a encogerse cayendo al riachuelo y siendo arrastrada por la corriente.
Alice asustada intento comer un poco de “grande” para recuperar su tamaño y escapar del riachuelo, pero por la desesperación de querer crecer tan rápido como fuese posible Alice tiro ambos frutos a lo que, por su estatura, veía como un inmenso rió. Alice resignada a no poder librarse de ese pequeño tamaño y a no poder nadar hasta la orilla del rió, decidió subir a una hoja que vio flotando y esperar a ver a donde la llevaba la corriente que era mas fuerte de lo que podía combatir remando con cualquier cosa que tuviera al alcance. Tras algún tiempo navegando, vio que poco a poco se iba acercando a la orilla del rió gracias a una corriente de aire que la empujaba cada vez mas hacia el borde. Al fin en tierra Alice se sintió mas aliviada, aunque ahora no tenia ni la mas remota idea de donde estaba, ya no podía decidir retroceder por donde había venido pues estaba lejos del jardín y de la puerta en el bosque de las ilusiones, y lo que era peor ni siquiera sabia hacia que dirección se encontraba el mencionado jardín. Aun hambrienta decidió explorar el lugar y por su estatura el pequeño bosquejo lucia inmenso y le hacia recordar lo que había pasado en el bosque. Tras un rato avanzando por los enormes tallos de pasto, encontró una planicie donde todo parecía tan pequeño como ella, inclusive el pasto lucia normal a pesar de su reducido tamaño, en medio de aquel prado había un hongo gigante y en la cima salía humo como si tuviese una chimenea o algo parecido. Alice no resistió la curiosidad y aun sabiendo que podría ser peligroso se acerco al hongo el cual era de colores parecidos a los frutos de “grande” y “chico”, a medida que se acercaba podía oírse con mayor claridad una pequeña tonada tarareada, en cuanto Alice estuvo frente al hongo grito: -¡Hola!.... ¡¿Hay alguien haya arriba?!-, en ese momento el tarareo cedió y se escucho como si una multitud caminara sobre el hongo y se acercara cada vez mas hacia Alice. Alice nerviosa por lo que pudiera pasar retrocedió un poco y se puso atenta pos si ocurría algo, pero grande fue su sorpresa cuando vio que sobre el hongo se asomo una oruga que lucia impresionantemente enorme para la diminuta Alice, consternada Alice retrocedió lentamente con la intención de huir, pero antes de que comenzara a correr la oruga le pregunto: -¿Que deseas pequeña niña?- Alice se sorprendió de que la oruga al igual que el gato pudiese hablar, -Pregunte si deseas algo de mi, niña, ¿Es que acaso no me oyes?- Alice seguía impresionada por el tamaño de la oruga y la forma de hablar tan elegante de la oruga, y como pudo logro contestarle: - Per… perdóneme, lo que pasa es que no estoy acostumbrada a que las orugas me hablen o que sean tan grandes, lo que pasa es que bebí un poco de agua del rió que esta cerca de aquí y me encogí, y quisiera saber si usted conoce algún modo de crecer, por que no me agrada la idea de medir menos de cinco centímetros… -el gusano interrumpió algo enojado diciendo: -¡¿Qué tiene de malo medir menos de cinco centímetros?!, Esa es exactamente mi estatura,- Alice, nerviosa, pidió perdón y volvió a pedir a la oruga que le ayudara a recuperar su estatura original, -El agua del rió te hace pequeña, y la carne de este hongo te hace crecer, sin en cambio no puedo permitir que comas ni siquiera un poco del hongo que resguardo desde hace ya tanto tiempo,- Alice rogó a la oruga que le dejara comer un poco del hongo para que regresara a su estatura normal, después de un rato de negociación en vano la oruga le dijo: -Esta bien, si lo que quieres es comer de mi hongo vas a tener que demostrar que mereces un trozo de mi hongo, y para eso tienes que enfrentar a tres enemigos que podrás vencer si eres astuta, pero… si pierdes no podrás volver a pedirme que te de un poco de mi hongo jamás. ¿Estas de acuerdo?- Alice lo pensó un momento pero dándose cuenta de que no tenia otra opción pues no sabia nada del mundo en el que se encontraba y no tenia idea si encontraría otra forma de recuperar su tamaño así que acepto el trato de la oruga, -¡Bien!, entonces… ¡Que comience tu reto!-

El Coliseo de la oruga.

En cuanto la oruga termino su oración el pequeño prado que rodeaba el hongo comenzó a temblar y el pasto comenzó a formar una barrera creando una especie de coliseo, en el centro estaba Alice y la oruga estaba en una de las orillas del coliseo que serviría como campo de batalla para que alice demostrara si merecía un trozo de hongo para crecer,
-Para tu primer reto… ¿Qué te parece una enredadera carnívora?-, al decir esto desde uno de los muros del coliseo se formo una especie de puerta y de ella salio una especie de arbusto pero mas espeso, que se movía con tal naturaleza que parecía que fuese algún tipo de pulpo pero con mas tentáculos que asemejaban ramas con púas que podía mover con mucha elasticidad y estirarlos a distancias increíblemente largas, Alice no sabia como podría derrotar a algo como eso, pues vencer a un grupo de flores le había causado demasiados problemas y ahora no tenia al gato para ayudarla a vencer al nuevo enemigo, -¡Que inicie la batalla!- grito la oruga con un gesto de emoción que no podía disfrazar bajo su rostro que siempre permanecía serio, y al decir estas palabras la enredadera lanzo su primer ataque, un latigazo con una de sus ramas que atrapo la pierna de Alice, haciéndola caer y comenzándola a arrastrar hacia ella, Alice estaba asustada pero debía liberarse o nunca recuperaría su tamaño original, además no sabia si la oruga permitiría que la enredadera la lastimara o pararía todo cuando viera que ya no pudiera pelear mas, así que invoco su arco y disparo al centro de la enredadera haciendo que dejara de arrastrarla, -Nunca… nunca me dijiste que tenias un arma,- dijo en voz un poco baja la oruga, -En fin eso hará mas divertidas las cosas-, Alice se dio cuenta en ese momento de que la oruga no detendría la batalla sin importar que ocurriera o que tan disparejas estuvieran las cosas, y determino que debía ganar a como diera lugar o podría no solo terminar de ese tamaño para siempre, si no que también podría incluso perder la vida.
Alice, asustada pero extrañamente centrada en ganar, no se dejo intimidar por la enredadera y volvió a lanzar una flecha al centro de la enredadera, esta quedo inmóvil un momento pero de nuevo siguió atacando, Alice sabia que no podría derrotarla con simples flechas igual que las flores, así que transformo la cuerda del arco en una cuchilla y se lanzo contra la enredadera cortando cada rama que esta lanzaba contra ella hasta que estuvo lo suficientemente cerca del corazón de la enredadera y entonces de una sola cuchillada la partió en dos, la enredadera se retorcía y hacia ruido como si estuviese chillando y después de unos instantes dejo de moverse, Alice estaba feliz pues había ganado, pero cuando volteo a ver a la oruga esta parecía demasiado tranquila, -Yo que tu, no bajaría la guardia- dijo la oruga mientras señalaba los dos pedazos de enredadera, cuando Alice volteo de nuevo a ver la enredadera se quedo pasmada pues ahora había dos enredaderas y no solo una. –¿Creíste que partiéndola la derrotarías?- pregunto la oruga en un tono burlón, -Cada vez que una enredadera de este tipo es cortada o dividida a través de su centro, cada parte se convierte en una nueva enredadera completa, esto es lo que hace tan resistente a esta planta tan ruda… ¡Interesante! ¿No te parece?- comento la oruga mientras reía y se burlaba del intento de Alice por vencer a su ahora doble problema.
Alice estaba angustiada, por mas que pensaba como podría vencer a la enredadera no se le ocurría nada, además no podía pensar con mucha claridad pues tenia que esquivar los ataques de las plantas, y contraatacar cortando las ramas cuando tenia oportunidad, de pronto recordó como vencieron a las margaritas e intento hacer algo similar, engañar ambas enredaderas para que se ataran entre si. Alice no sabia si funcionaria pero se coloco justo en medio de ambas y espero a que al menos una de ellas lanzara un latigazo, justo como lo planeo ambas atacaron casi simultáneamente y en ese momento Alice esquivo ambos tiros con un pequeño salto hacia un lado, provocando que se hirieran entre ellas, Alice no sabia si había logrado algo con su estrategia pero una sonrisa se dibujo cuando vio que las enredaderas comenzaron a luchar entre si destrozándose una a la otra. Al parecer Alice ya había ganado, solo tenia que esperar a que se destrozaran una a la otra hasta que no pudieran seguir entonces solo habría que darles el tiro de gracia, de pronto con latigazo contundente una de las enredaderas dio a la otra partiéndola en tres trozos, después de haber de rotado a su rival de la misma especie siguió atacando a Alice, la cual estaba muy preocupada por la otra enredadera pues la había partida desde el corazón y sabia que pronto habría mas enredaderas que antes, su estrategia había fallado, no solo no venció ni siquiera a una de las enredaderas si no que al contrario hizo que se multiplicaran y ahora eran cuatro enredaderas a las que tenia que abatir.

Huele a victoria.

Alice decidió ganar un poco de tiempo aturdiendo a las enredaderas con flechas hasta que se le ocurriera algo, -Ojala estuviera aquí el gato, el seguro sabría que hacer- murmuro la niña con voz un tanto llorosa. Desesperada volteo a ver su arco y como si fuese un amigo al que se le pide un favor susurro: -Debe haber algo que podamos hacer, en otras ocasiones me ayudaste cambiando según mis necesidades, ahora te pido que hagas lo mismo... Por que… si no encuentro un modo de vencerle no podré volver a mi casa y extraño a mi hermana… Te pido que te adaptes de algún modo y me des las herramientas necesarias para derrotar a este rival-. Alice estaba preocupada ya no sabia que mas hacer para vencerle y el arco no parecía haber respondido a su suplica, Parecía que nada la podría ayudar. Alice continuaba esquivando ataques tan rápido como podía, pero cada vez los ataques eran mas certeros y coordinados lo que le complicaban mucho las cosas y las flechas perdían efecto cada vez mas, la oruga veía todo desde arriba y aunque no era muy notorio estaba emocionada, hace mucho no veía a alguien durar tanto contra su primer reto, aun así estaba tranquila pues sabia que no tenia oportunidad alguna si no pensaba en algo ingenioso rápido.
Alice estaba ya cansada y no reaccionaba con la misma agilidad que al principio, y en una lenta respuesta por parte de Alice fue atrapada por una de las enredaderas haciéndola caer, Alice respondió y corto el lazo que la sujetaba pero cuando intentaba recuperarse de la caída otra rama la tomo del brazo y la volvió a derribar, Alice intentaba luchar contra la rama que sujetaba su brazo pero era muy fuerte para la débil niña y poco a poco la arrastraba hacia el corazón de la enredadera. En un sobre esfuerzo logro alcanzar con su otro brazo su arco que había soltado al momento de caer por el segundo ataque y logro cortar la enredadera, ya estaba más que cansada, y sus ojos se llenaron de lágrimas pues no tenia idea de cómo superaría algo tan difícil. Alice ya había dado todo por perdido y una vez mas miro su arco y en su mente no dejaba de pensar que había algo que podría hacer para vencerles. En ese momento por su mente paso el recuerdo del gato y como fue herido por la llamarada de la margarita, también recordó como en cuanto el fuego toco a la rosa todo se seco y pensó que si obtenía fuego o hielo de algún lado lograría derrotarlas con mas facilidad pero no sabia de donde obtendría una fuente de fuego o algo tan frío como para congelarlas y una vez mas suplico a su arco que se adaptara para que le ayudase. Esta vez el arco resplandeció un poco y cambio sus colores, lo que antes era blanco ahora de color azul y los grabados que antes eran dorados ahora eran de un tono rojizo intenso como si pequeños ríos de lava recorrieran el arco y fluyeran constantemente, Alice se alegro pues sabia que su arco solo podía haber cambiado por una razón y de nuevo apunto hacia una de las enredaderas. La oruga observo el cambio del equipo de Alice, y con curiosidad espero a ver que pasaba, a la oruga no le preocupaba que derrotara a la planta pues aun quedaban dos enemigos por vencer paro aun así pocas veces había tenido que llegar al segundo reto con alguien y estaba asombrado pues normalmente terminaban mas molidos de lo que parecía estar la niña del arco.
Alice lanzo su primer disparo y no sabia lo que pasaría, al tensar la cuerda una flecha apareció como de costumbre y no parecía muy diferente a las flechas que comúnmente disparaba, aun así debía intentar haber que pasaba y disparo, en cuanto la flecha dejo de tocar los dedos de Alice una llamarada de fuego azul envolvió el dardo y en cuanto toco a la enredadera la congelo. Alice recupero su vigor en ese momento, como si ver que al fin podía detener a las enredaderas la hubiese revitalizado. La oruga veía desde arriba pero no parecía frustrada si no feliz. Alice decidió lanzar un segundo ataque para romper a la cristalizada enredadera pero antes de que la flecha se impactara, la enredadera se rompió debido a un ataque de otra de las plantas. Alice no sabia por que había atacado a su propia compañera, pero entonces se dio cuenta, no la estaba atacando, la estaba liberando. En cuanto la enredadera se rompió se formaron nuevas enredaderas de los trozos de la que había congelado. Su problema nuevamente se había multiplicado y cada vez eran más enredaderas. Alice se dio cuenta de que el frío no funcionaba, pero aun tenía una nueva táctica que probar y volviendo a apuntar intento que esta vez fuese de fuego la flecha que disparase el arco. Con nada mas en mente que el poder calcinante de un margarita roja disparo su dardo con mas fuerza que otras ocasiones y en cuanto el tiro estuvo en el aire se prendió en llamas y al tocar una de las enredaderas no solo la prendió en llamas si no que por la fuerza impresa en el tiro la perforo atravesándola de lado a lado. La enredadera no podía moverse y se estaba deshaciendo por las llamas que la envolvían hasta que finalmente se calcino. Al fin Alice sabia como vencer a tan molesta hierva y con tiros certeros una a una fueron cayendo las enredaderas que ahora intentaban huir de los ataques de Alice. La oruga estaba furiosa y ante la evidente victoria de la niña ante su primer reto detuvo todo, -¡Suficiente!, haz ganado de un modo poco usual invocando poder elemental de la nada, pero aun así soy alguien de palabra y has superado tu primer reto, pero… aun te faltan dos, ¿Estas lista?-, dijo la oruga enojada pero con ciertas ansias de ver como se enfrentaría Alice a lo que había preparado como segundo reto.

El escarabajo blindado.

Alice estaba lista, no sabia que ocurriría así que se mantuvo en guardia y miro a la oruga como pidiéndole que no demorara mucho en enviar el siguiente desafió. Después de un rato la oruga se levanto del lugar en el que se encontraba y grito, - Fuiste muy hábil, pero tu siguiente reto no requiere fuerza bruta para ser superado… a pesar de que tu enemigo… Solo sepa usar este recurso-, dichas estas palabras una nueva puerta se abrió en uno de los muros del coliseo y de el salio un escarabajo gigante con un cuerno en la cabeza en forma de hacha, Alice se asusto un poco cuando vio al colosal insecto pero quería recuperar su tamaño y eso la motivo a luchar una vez mas.
La batalla había comenzado pero el escarabajo no hacia ningún movimiento, se quedaba quieto como si estuviese disecado, Alice al ver que no ocurría nada decidió lanzar el primer ataque, pero apenas hubo tensado la cuerda de su arco el escarabajo inicio una carrera que termino embistiendo a Alice contra uno de los muros. La oruga miraba sonriendo, preguntándose como lograría Alice vencer a el escarabajo. Alice logro recuperarse del impacto pero se dolía por el golpe que se había dado al chocar con el muro, una lagrima recorría su rostro, prácticamente esta era la primera vez que le habían herido de verdad desde que había comenzado su extraño viaje, como pudo se puso de pie nuevamente para evitar ser lastimada nuevamente pero el escarabajo se quedo quito de nuevo. Alice creía saber lo que pasaba y una vez mas apunto al escarabajo, en cuanto tenso la cuerda vio que el escarabajo volvió a moverse dispuesto a contraatacar, y apenas había soltado la flecha contra el, se lanzo nuevamente en una embestida que de no ser por un rápido reflejo de Alice la hubiese golpeado. Alice ahora entendía todo, el escarabajo la embestía solo cuando ella intentaba una ofensiva primero, aun así no sabia por que sus dos tiros previos no habían al menos retrasado un poco el ataque de su oponente. Alice pensaba en alguna estrategia para causarle daño a su enemigo que permanecía inmóvil esperando algún ataque para contraatacar, entonces, rodeando a su enemigo intento darle desde la espalda e invocando una flecha de hielo disparo contra el escarabajo, una vez mas este se lanzo contra ella pero en cuanto la flecha lo toco se congelo dejándolo inmóvil y a merced de los ataques de Alice. Entusiasmada por que su plan había surtido efecto, se acerco tan rápido como pudo y transformando su arco en cuchilla intento dar al escarabajo en una de sus patas para cortarla pero antes de que pudiera hacer contacto, el escarabajo giro rompiendo el hielo que lo aprisionaba. Respondió con una patada directa que lanzo a Alice por los aires. La joven e inexperta guerrera cayo bruscamente pero no había recibido daños mayores, la oruga lucia feliz y solo miraba con una disimulada sonrisa en el rostro, Alice pensaba y pensaba y no podía hallar un modo de vencerle ya que parecía que nada detenía a el colosal animal, tensando su arco lanzo de nuevo una flecha helada para detener por un momento a su rival, pero esta vez no intentaría un ataque directo esta vez disparo tantas flechas como pudo antes de que el hielo se rompiera, pero antes de que la primera de su serie de tiros llegara al objetivo el hielo se rompió y a pesar de que las flechas chocaban con el cuerpo del insecto no entraban en el, si no que se rompían o desviaban, el escarabajo estaba furioso y se lanzo contra Alice, que ya sabiendo que pasaría esquivo la embestida, una vez terminada la serie de embestidas, Alice volvió a pensar como derrotaría tan complicado reto, miraba a su alrededor buscando algo que le sirviera, analizaba a su enemigo buscando puntos débiles, pensaba en sus pasados enemigos, todo tratando de pensar en algo que le hiciera salir victoriosa y no aplastada, -¡Date prisa! comienzo a aburrirme de ver como huyes.- dijo la oruga con un tono burlón pero serio. Cuando Alice volteo a ver a la oruga recordó lo que había dicho antes de que comenzara su batalla, lo de vencer con astucia la fuerza bruta y corrió hacia uno de los muros del coliseo. La oruga estaba desconcertada, veía como Alice corría hacia uno de los muros con una sonrisa en la cara pero no sabia que planeaba, su rostro se torno serio y espero a ver que planeaba hacer Alice. Ya estando enfrente del muro alice volvió a apuntar hacia el escarabajo y este de inmediato giro en dirección a ella, -¡perfecto!- susurro Alice mientras soltaba el tiro contra el escarabajo, al mismo tiempo que este reaccionaba con una embestida. El escarabajo se acercaba a gran velocidad pero Alice no se movía de donde estaba si no reaccionaba rápido quedaría aplastada entre el escarabajo y el muro, la oruga estaba emocionada y nerviosa, veía a la niña quieta frente al muro como si estuviera entregándose a merced del escarabajo y no sabia cual era el plan de la jovencita. En el último segundo Alice dio un salto hacia su derecha haciendo que el escarabajo se impactara contra el muro, un gran estruendo se escucho y una nube de polvo cubrió ese punto del coliseo, la oruga estaba consternada y no podía ver lo que pasaba en el lugar debido al polvo que se había levantado. Cuando el polvo por fin se comenzó a despejar la oruga pudo ver a Alice quien se estaba levantando del suelo muy agitada, poco a poco se aclaro todo hasta que se revelo por completo el panorama, el escarabajo estaba en el suelo abatido, el muro estaba torcido y el suelo cuarteado había rocas y trozos de hierva en el suelo y el escarabajo parecía inconciente por el impacto que había sufrido. Alice se acerco e intento dar al vientre del animal que parecía ser mas suave que el resto de su cuerpo, efectivamente la flecha había entrado al animal, en cuanto la flecha penetro el animal lanzo una especie de rugido por el dolor que sentía, Alice asustada no dejo de disparar una y otra vez contra el ya moribundo insecto que poco a poco dejo de moverse hasta que dejo de reaccionar a los impactos de flecha que estaba recibiendo, la oruga detuvo a Alice pues ya había ganado y aun así no detenía el asedio al cadáver del insecto. -¡Basta!... Ya has ganado, tu enemigo esta muerto y tu lo haz echo de nuevo… venciste de una manera que jamás me hubiera imaginado, he incluso conseguiste matar al escarabajo, hazaña que pocas veces es sabida aun de cazadores experimentados, pero esto aun no termina, te falta solo un reto y entonces obtendrás el trozo de hongo que tanto deseas obtener. ¿Lista?-.

La sombra de la oruga.

Alice lucia cansada pero aun así no se rendiría, después de todo estaba a un paso de recuperar su estatura normal. La oruga no tenia idea de cómo evitar que Alice tomara un trozo de su hongo, nunca nadie había superado ambos retos o al menos no con tanta rapidez y tan ilesos. Pasado un rato la oruga por fin había decidido cual seria la ultima prueba de Alice, y con una voz firme pero angustiosa dijo: -Hasta ahora te ha ido bien, quizás por suerte o quizás por talento, no lo se, pero ahora boy en serio y si quieres comer un poco de hongo… ¡Vas a tener que vencerme a mi!-, apenas termino su oración la oruga salto al campo de batalla. Alice estaba asombrada, no esperaba que la misma oruga fuera su último adversario. El rostro de Alice reflejaba angustia, no sabía que planeaba hacer la oruga pero debía permanecer en guardia o el más mínimo descuido podría costarle la vida. Una nube de humo comenzó a rodear a la oruga y Alice aprovecho para lanzar el primer ataque pero su flecha paso a través de la nube sin problemas, como si no hubiese nada en su interior, -Nunca lograras vencerme, ¡Yo soy mas fuerte que tu!- Exclamo la oruga desde la nube de humo, Alice estaba realmente preocupada, como vencer algo a lo que no puedes atrapar.
Pasaba el tiempo y Alice no hallaba un modo eficaz de atacar, lo único que podía hacer era seguir esquivando los ataques de la oruga quien lanzaba hilos pegajosos desde la nube de gas. No importaba cuantos ataques lanzara la pequeña niña, la oruga no parecía ser afectada por nada. En un desesperado intento Alice intento invocar de nuevo el poder de su arco. Comenzó a concentrarse pero sin dejar de esquivar y su arco comenzó a cambiar nuevamente a los tonos azules y rojizos, -Tengo que ser precisa, aun si logro causar daño no se cuanto tiempo durara el cambio.- Pensó Alice mientras comenzaba a apuntar. La nube de humo dejo de asediar a la niña y entonces aprovecho para lanzar su ataque, la flecha voló veloz hacia su objetivo, envuelta en llamas fue directo hacia la nube de humo la cual reacciono violentamente con el fuego y estallo. Alice se emociono y disparo 3 veces mas, debía asegurarse de que el daño fuera contundente para evitar que la oruga pudiera defenderse. Una vez finalizado el ataque el humo se disipo lentamente revelando poco a poco la silueta de la oruga. –Creo que lo logre- Dijo en voz baja Alice mientras sonreía y festejaba.
Cuando el humo quedo completamente despejado el rostro de Alice cambio nuevamente y reasumió su posición de ataque, En el lugar donde antes se hallaba la nube, ahora estaba una figura oscura con la apariencia de la oruga pero sin detalles definidos, -Muy bien echo mocosa, haz descubierto la identidad oculta de tu adversario, no te puedo decir exactamente de que se trata, pero parece que el nombre de “sombra” bastara, como has llegado tan lejos te daré una pista de cómo vencerle… No se puede tocar lo que no tiene cuerpo pequeña…- Alice estaba en shock, parecía que la voz provenía del rival pero no se movía en lo mas mínimo, ¿Era la oruga contra quien se enfrentaba? o ¿Era solamente su “sombra” como había mencionado? Mientras Alice estaba pausada por la impresión la sombra comenzó nuevamente a ocultarse en una nube de humo un tanto menos densa. La sombra lanzo el primer disparo, una especie de hilo de seda un tanto pegajoso que pego en Alice haciéndola reaccionar pero fijándola al suelo. El enemigo permanecía firme y quieto, esperando la reacción de Alice la cual intentaba liberarse de la trampa tirando del hilo que parecía no ceder en lo más mínimo a la fuerza de la niña. –Debes pensar con claridad, no te dejes impresionar por el enemigo o podría ser tu fin.- Dijo la sombra mientras comenzaba a moverse hacia Alice. – ¡Ya se!- Exclamo la joven mientras transformaba la parte externa de su arco en cuchilla. Con un firme golpe logro liberarse y dando un pequeño salto hacia atrás se puso nuevamente en guardia. –Perdona, me asombro ver tu verdadera identidad y no fui capaz de ver venir tu ataque, pero no volverá a pasar, te venceré y obtendré el pedazo de hongo para recuperar mi estatura.- Dijo Alice muy confiada y decidida a ganar, aunque su rostro ya reflejaba cansancio y cada vez era un poco más lenta en sus reacciones.

La verdadera rudeza.

La sombra estaba quieta y una vez más se escucho la voz de la oruga que decía: -Muestras mucho valor pero veamos que tal reaccionas ante una verdadera batalla, ¡Ahora iré en serio!- Alice se asusto un poco pero se mantuvo calmada y mantuvo su guardia. La siniestra forma se lanzo contra la pequeña a una velocidad increíblemente rápida, y se coloco tras la niña quien reacciono girando súbitamente y disparando un tiro que no causo ningún efecto, la sombra aprovecho la reacción de la niña y la envolvió por completo. Alice estaba completamente atrapada dentro de la nube de humo que comenzaba a asfixiarle, estaba a punto de rendirse, le costaba respirar y no veía absolutamente nada. – ¿Te sientes mal? El humo será cada vez más denso y terminaras asfixiada. Fuiste buena hasta ahora pero se acabo tu suerte.- Dijo burlonamente la voz de la oruga. Alice estaba cada vez mas débil, peor no debía rendirse y en una demostración de voluntad logro dar un salto fuera de la nube asfixiante. Alice estaba en el suelo recuperándose, tosía y respiraba agitada. La sombra nuevamente quedo quieta, esperando. Después de unos momentos Alice logro recuperar el aliento por completo y se puso de pie. Concentrándose volvió a invocar el poder elemental de su arco, -Estoy lista, volvamos a empezar. Me toca a mi ser quien te derrote.- Dijo firmemente Alice mientras comenzaba a apuntar. La flecha apareció entre los dedos de la pequeña y la sombra se puso en guardia. Mientras Alice soltaba el dardo en llamas la oruga soltó un hilo de seda para contrarrestar el efecto, cuando ambos tiros se encontraron el hilo envolvió a la flecha apagándola y frenándola haciéndola caer al suelo sin causar ningún daño.
Alice volvió a disparar con mas fuerza esta vez, la sombra igual que la ocasión anterior lanzo el hilo de seda para detener el tiro, pero por la fuerza impresa al disparo la flecha continuo su camino hasta la sombra la cual no fue afectada a pesar de que no fue detenida, Envuelta en seda la flecha perdía el efecto de fuego que llevaba y no podía eliminar el humo sin quemarlo. Alice no podía rendirse e intento nuevamente atacar, aunque esta vez intento disparar dos flechas a la vez para así tener más probabilidades de impacto. Alice coloco sus dedos sobre el arco y tenso la cuerda, haciendo espacio para las dos flechas, y tal como ella planeo 2 flechas aparecieron aunque el arco perdió el efecto elemental. -¡Rayos! Debo hallar un modo de mantener el efecto y lanzar mas de un tiro a la vez…- Dijo Alice para si misma mientras soltaba ambas flechas. Esta vez la sombra se movió para esquivar los tiros y la voz volvió a oírse. –Parece que te haz quedado sin ideas y nuevamente es mi turno.- Acabada la oración la sombra despejo el humo que la rodeaba y comenzó a tambalearse un poco. Alice permanecía en guardia alerta pues ahora sabía que su enemigo era bastante más rápido que ella. De pronto la sombra comenzó a adquirir una nueva forma, Alice se asombro pues ahora la sombra tenia la forma de la enredadera, su primer adversario. –Te presento en poder de la sombra y su maravillosa habilidad de copia. No solo ha copiado su forma si no también sus habilidades.- Dijo la oruga nuevamente, aunque Alice no podía verla, la voz seguía proviniendo desde el interior de la sombra. Un rápido latigazo fue lanzado por la enredadera, Alice esquivo con facilidad el tiro, pero ahora la sombra rápidamente volvió a lanzar su ataque impactando a la niña en una pierna sujetándola fuertemente. Alice se dolía pues la fuerza de agarre era demasiada y transformando su arco en cuchilla intento cortar la rama que la sujetaba sin éxito pues la cuchilla atravesó a su objetivo como si no hubiera nada sosteniéndola. Alice estaba asustada, No podía cortar a su captor y este comenzaba a jalarla hacia su interior nuevamente mientras comenzaba a generar la nube de gas envolvente. La oruga reía mientras se burlaba de los intentos de Alice por cortar la enredadera negra. Después de varios intentos en vano Alice intento dañar a su enemigo con fuego como había echo con el antiguo rival. Rápidamente invoco la fuerza elemental de su arco y comenzó a preparar su tiro con la esperanza de dar en el blanco y acabar con su captor. La enredadera cada vez estaba mas cerca y Alice apuntaba cuidadosamente a pesar del dolor que sentía en la pierna por la rama que la envolvía.

Hongo, dulce hongo.

Alice esperaba el mejor momento para lanzar el tiro pues debía estar lo suficientemente cerca para dar en el blanco y evitar que su enemigo esquive el dardo como había echo en ocasiones pasadas, pero debía estar algo retirada del blanco o podría resultar dañada en la explosión que muy probablemente ocurriría cuando al fuego tocara la nube de humo. Cuando Alice se encontraba a unos 3 metros de su enemigo soltó el disparo que viajo a tal velocidad que fue imposible para la sombra esquivarlo a pesar de su intento, el fuego reacciono con el humo y nuevamente ocurrió una violenta explosión que obligo a la enredadera a soltar a Alice. Alice se puso de pie y comenzó a disparar repetidamente flechas en llamas para asegurarse de dañar seriamente a su enemigo mientras se oía como se quejaba por el daño que había recibido. Cuando se despejo el humo la forma de la sombra era nuevamente la de la oruga pero algunas flechas estaban clavadas en su cuerpo, aun así la mayoría de las flechas se hallaban aun en llamas tiradas en el suelo rotas. – Buen intento, haz causado daño a la sombra, pero mientras no le derrotes por completo, la sombra podrá volver a la batalla una y otra vez.- Dijo la voz de la oruga mientras la sombra se recuperaba de las heridas causadas por Alice. Alice ahora sabia que el fuego solo surtía efecto si el humo rodeaba a la oruga y que debía pensar en otro método de herir a su rival. Alice se puso en guardia y susurro: -Ya se como vencerte… después de todo, no se puede herir algo que no es sólido…- Mientras volvía a apuntar, la sombra dio un paso hacia atrás y se puso en guardia. -¿Al fin lo has descubierto?- Dijo la oruga con un tono algo alegre pero con cierto nivel de coraje. Alice apunto firmemente contra la sombra y aparecieron 2 flechas en el arco, La sombra se puso en guardia y se preparo para moverse. Alice disparo ambos tiros contra su enemigo y de inmediato empezó a cargar la siguiente serie de tiros, La sombra esquivó fácilmente las flechas pues solo una de ellas estaba cargada con el poder del fuego. Alice Soltó el siguiente conjunto de flechas que venían cargadas con poder de frió, La sombra logro esquivar uno de los tiros pero el segundo se impacto contra una de sus piernas dejándola paralizada en el suelo. -¡Excelente!- Exclamo Alice mientras corría hacia su enemigo y con una barrida embistió la pierna de la sombra rompiéndola en pedazos. La sombra se quejó por el impacto y cayo al suelo mientras se quejaba por el daño recibido. Alice se puso de pie y volvió a apuntar. La sombra se comenzó a poner de pie y la pierna que había perdido comenzó a aparecer de nuevo. Alice soltó nuevamente un tiro directo al torso de la sombra y este pego firmemente en su objetivo congelando por completo a su rival. Alice sonrió y se lanzo contra la sombra para embestirla con el poder de la cuchilla de su arco pero justo antes de que Alice lograra impactar a su rival, la oruga apareció frente a ella y la detuvo. Mientras el coliseo se desvanecía, y la oruga guiaba a Alice hacia el hongo le comento: – Ya haz ganado, es obvio que tienes al rival en tus manos, no hace falta que destruyas mi sombra. Felicidades haz pasado mis 3 pruebas, y aunque no me siento muy contento al respecto debo cumplir mi palabra, toma un trozo de hongo de ambos lados. El lado derecho te hará crecer y el lado izquierdo te hará pequeña. Ten presente esto: El país de las maravillas es peligroso, y muchas veces necesitaras usar tu ingenio para solucionar tus problemas o podrías perder la razón. Ahora vete y sigue tu camino, para hallar el camino de regreso a tu casa no debes volver por donde viniste, sino seguir adelante, cuando llegue el momento veras el camino que te llevara a tu hogar.- Alice y la oruga se despidieron, la oruga regreso a su lugar sobre el hongo y ahí se quedo mientras se despedía de la niña que había superado sus pruebas. Alice estaba muy alegre pues todos sus esfuerzos habían dado sus frutos al fin tenia en sus manos el preciado hongo que le regresaría su estatura normal, así que tomo el lado derecho del hongo y lo mordió. Instantáneamente comenzó a crecer de modo descontrolado, ahora media demasiado, aunque podía ver una gran vista con ese tamaño, Alcanzo a ver un inmenso bosque con un gigantesco árbol en medio, una hermosa pradera con un gran jardín de rosas que rodeaba un castillo majestuoso, en el bosque también pudo ver una especie de villa con una casa grande y algunas mas pequeñas rodeándola. Una choza con una chimenea en forma de sombrero y algunas otras cosas de menor importancia. Después de ver el panorama y estudiarlo cuidadosamente mordió un poco del lado izquierdo del hongo que misteriosamente no lucia diminuto sino que parecía haber crecido con ella. Después de varios intentos y mordidas al hongo logro obtener su estatura normal y decidió seguir avanzando por el bosque.