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 Pokémon: Amigos Inseparables

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FireBlack
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MensajeTema: Pokémon: Amigos Inseparables   Pokémon: Amigos Inseparables EmptyDom Nov 01, 2009 11:01 pm

Les traigo mi fic, está en PF pero quiero traerlo a este foro para activarlo y que algunos que no opinan o leen allá lo puedan leer...El Capítulo 1 y 2 están creados pero por ahora solo presentaré el 1.

Capítulo 1: Una decisión tomada/Fecha de publicación: Publicado
Capítulo 2: Sentimientos profundos/Fecha de publicación: Publicado
Capítulo 3: Más que una prueba/Fecha de publicación: 25-11-09


Disfruten mi fic...

Capítulo 1: Una decisión tomada

Mientras miraba con desesperación el suelo para evitar ver como frente a él, sus sueños, sus metas se desquebrajaban y como toda su vida pasaba frente a él sin poder vivirla y mucho menos disfrutarla había algo que le decía que esa noche, aquella noche en particular sería la última y que ese sería el fin de todo lo que una vez conoció.
Encontrándose ya en el punto máximo de tensión y horror, Diego creyó sentir a lo lejos una voz suave y tenue que se acercaba cada vez más, levantando la cabeza del suelo donde se encontraba asustado, pudo percatar que la voz decía:

-Diego, oye Diego, no querrás llegar tarde a la escuela pokémon a solo dos días de la graduación…Levántate ya.- Sonriendo e inclinando su cabeza dijo aquel muchacho mayor que Diego, de cabello castaño oscuro, ojos del mismo color y vestimenta semi-formal.
-No molestes Aru.- Respondió Diego reponiéndose de su pesadilla e intentando quitarse el sueño.
-Como quieras.- Respondió su hermano mayor retirándose de la habitación.

Viendo su reloj con forma de Voltorb, Diego retiró el cobertor color verde manzana que lo recubría. Al levantarse, caminó por el piso de madera de la casa hasta llegar a un baño. Cerró la puerta del mismo y tomó su cepillo y pasta dental para cepillarse los dientes.
Habiendo terminado de prepararse para ir a la escuela se dirigió a la cocina para tomar el desayuno, en la misma se encontraban su hermano y su madre sentados en la mesa donde tomaban aún el desayuno.

-Pásame las tostadas.- Exclamó Diego a su hermano.

El cual obedeció sin responder absolutamente nada.

-Diego, ¿ya decidiste qué pokémon usarás para el examen final del Viernes? Recuerda que ya es Miércoles y solo faltan dos días.- Preguntó su hermosa madre de rasgos similares a los de su hermano pero con vestimenta normal.
-Ahhhh eso…Pues no, aún no, pero ya se me ocurrirá alguno.-

Luego de hablar 10 minutos con su madre y haber desayunado se dispuso a dirigirse a la escuela.

-No olvides esto.- Dijo su hermano alzando el brazo para entregarle una cadenita de cuello con una piedra verde esmeralda algo traslucida.
-Gracias.- Respondió este y se marchó sin más hacia la escuela.

Tres calles más delante de su casa en Ciudad Jubileo, notó que alguien lo esperaba frente a una casa, era su amiga Lidia Yui.

-Hola.- Se adelantó al saludo de su amigo Diego Takashi, mientras sonreía con algo de picardía.
-Hola, ¿cómo estás?.- Respondió espontáneamente al saludo de su amiga y compañera de clase.

Comenzando a caminar hacía la escuela pokémon entre la leve neblina que recubría la zona, continuaron su diálogo amistoso.
Ya casi llegando a la escuela, la neblina había desaparecido y se veía el patio de ella y algunos chicos que habían llegado, aún eran pocos porque era temprano.
Luego de saludar a algunos de sus compañeros, los chicos entraron al salón de clases simultáneamente a su maestro, vestido con un abrigo color chocolate y debajo de él, una camisa blanca de la cual se veía una corbata roja con negro.
Dejando sus mochilas en lugares juntos, Lidia y Diego saludaron a su maestro mientras entraban los demás alumnos.

-Buenos días a todos.- Dijo el maestro captando la atención de los alumnos.- La clase de hoy practicaremos velocidad de reacción, el tema para la misma será tipos pokémon.- Continuó, intentando atraer la atención de unos pocos que se encontraban susurrando en el fondo de la clase.

El maestro Iñigo comenzó a nombrar pokémon para que los chicos levantaran la mano y dijeran sus tipos.

-Azurril.- Dijo Iñigo.
-Tipo normal.- Respondió un alumno.

La clase continuó hasta llegar a su fin, había sonado el timbre que indicaba el recreo de la escuela.
Lidia y Diego salieron juntos, se llevaban mejor entre sí que con otros alumnos. Al salir al patio se vieron muchos niños de la misma e inferior edad a la de Diego, practicando, jugando y realizando otro tipo de actividades.

-¿Ya sabes qué pokémon elegirás para la prueba?.- Preguntó Lidia con tono irónico.
-Ouch, otra vez ese tema…No, ¿y tú?.- Contestó Diego con curiosidad en su rostro.
-Si, elegiré un lindo, pero fuerte Happinny.- Respondió esta sin temor a cambiar de idea.
-Aún así no creo querer llevarme un pokémon como él, además ni que pudiéramos llevárnoslo de la escuela, por lo que prefiero otro pokémon, mis padres me lo regalarán, espero que me elijan uno que me agrade, supongo que si no sabes que pokémon usarás en la prueba mucho menos estarás decidido por llevarte alguno en especial.-
-No, pues tampoco.-Dijo Diego mientras pensaba en alguna opción.

Sonó nuevamente el timbre que indicaba que los alumnos debían volver al salón de clases. Al llegar, se había realizado un cambio de maestro, esta vez entró un maestro vestido más normal y con el cual Diego tenía cierta afinidad, se trataba del maestro Miller, especialista en el tipo tierra pero maestro de tácticas y estrategia.
Luego de largas horas de trabajo y enseñanza, todos los alumnos se dispusieron a retirarse de la escuela, el horario había finalizado.
Diego se despidió de Miller y fue con Lidia hasta su casa, en el camino siguieron hablando sobre el examen, al llegar a la casa de Lidia, él se despidió y saludó a su madre que estaba esperándola en el patio de su casa.
Luego de esto siguió su camino hacía su casa, pero sintió de repente un fuerte ruido que lo asustó desde la calle a su izquierda. Diego, con curiosidad tremenda, corrió al lugar donde se escuchó el ruido, era un lugar algo llano con rocas grandes en algunas partes. Solo se veía tierra flotar en todos lados, al dispersarse la misma, la vista se hizo cada vez más nítida hasta lograr verse de espalda a Miller.

-¡Señor Miller!.- Exclamó con una gran ímpetu el chico.

Este reaccionó inmediatamente, al darse vuelta y ver que se trataba de Diego le dijo:

-Oye Diego, acércate, vamos.- Con cierto aire de confianza y amigable.
-¿Qué fue ese ruido?.- Preguntó Diego, sin percibir que frente a él, se encontraba un pokémon.
-Pues mira hacía abajo, ese pequeño Phanpy es la respuesta que buscabas.- Le respondió mientras largaba unas pequeñas carcajadas.

Diego miró al Phanpy y luego notó una enorme roca destrozada, estaba hecha añicos.
Mientras tanto, Phanpy sonreía y se limpiaba la tierra que le había quedado en el cuerpo.

-Pero mira que poder tienes con ese tamaño, además pareces muy simpático.- Comentó este con un tono de sorpresa y agrado.

Luego de ver el entrenamiento del pequeño Phanpy, el chico se despidió de Miller para irse a su casa, después de todo no le avisó a su madre donde estaba y seguramente estaría preocupada.
Llegando a su casa, tuvo una gran charla con su madre y luego mantuvo su día totalmente rutinario.
Al llegar la noche, no pudo dejar de pensar en Miller y su pokémon, pensar en el poder que contenía una criatura tan diminuta.
Sin saberlo, Diego estaba eligiendo a Phanpy como su pokémon favorito, pues aquella sorpresa, aquel agrado y aquella simpatía eran más que unas sensaciones de admiración.
A la mañana siguiente, luego de un lindo descanso, libre de pesadillas, Diego se levantó temprano para hablar con su madre y su padre.
Nuevamente primero se dirigió al baño antes de ir hacía la cocina, era el lugar más común en el cual se encontrarían sus padres. Entró indiscretamente a la cocina y saludó a sus padres con una sonrisa algo pícara.

-¿Qué sucede?.- Preguntó intrigado su padre, quien se encontraba de traje y corbata.

Mientras servía leche en un vaso y sonreía le respondió sarcásticamente:

-¿Habría de suceder algo?.-
-Pues, usualmente no nos vemos en la mañana, significa que te levantaste temprano y además estás muy sonriente, ¿continúo?.- Fue la respuesta irónica de su padre Antonio.
-Ya, pues sí, sabes que no puedo mentirte, ayer vi al pokémon más fuerte y simpático del mundo.- Aclaró el chico mientras reía.
-¿Es el Phanpy del que me hablaste ayer cuando volviste de la escuela?.- Intervino su madre antes de que Antonio si quiera pudiera reaccionar.
-Si, de él se trata, creo que es el pokémon con el cual quiero comenzar mi aventura, solo que…No son fáciles de conseguir en Sinnoh, son originarios de Johto y demoraría mucho mi viaje si lo voy a buscar hasta Johto antes.- Respondió Diego con un aire nostálgico.
-Así que era eso, bueno hijo trataré de hablar con tu prima Sofía, quizás ella pueda enviar alguno desde Johto.- Dijo Antonio para el alivio de Diego.
-¡Eso sería genial!- Dijo este despidiendo a su padre que debía ir a trabajar en los estudios de televisión de la ciudad.

Al llegar la hora de ir a la escuela, Diego se despidió de su madre Amalia y molestando a su hermano, de él también, para así partir rumbo a la escuela.


Última edición por FireBlack el Vie Nov 20, 2009 1:36 am, editado 1 vez
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Van

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MensajeTema: Re: Pokémon: Amigos Inseparables   Pokémon: Amigos Inseparables EmptyDom Nov 01, 2009 11:53 pm

Buen comienzo, no lo había leído en PF :/
Espero ver como continua tu historia (:
Puntúo, ya que soy mod del subforo, aunque tampoco sé muy bien, no soy experta xd

7.5/10 (:
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MensajeTema: Re: Pokémon: Amigos Inseparables   Pokémon: Amigos Inseparables EmptyVie Nov 20, 2009 1:34 am

Citación :
Segundo capítulo, espero que aunque no opinen, lo lean, BECAUSE IS FOR YOU.
Disfrutenlo...Disculpen la demora equisdé.

Capítulo 2: Sentimientos profundos

Se sintió el golpe fuerte de la puerta, la emoción de Diego era tan grande que ni se percató del ruido.
Saliendo del patio de su casa, salió alegremente hacia la escuela, el día estaba calmo, el cielo estaba algo claro y el Sol no era muy intenso.
Esta vez no pasó por la casa de su amiga, fue por la calle de la casa de su maestro, Miller. Pasando frente a su casa notó que no había nadie, un aire misterioso impactó en Diego, y un profundo escalofrío atravesó su cuerpo desde la punta de los pies hasta los cabellos azules de su cabeza.
Desconocía la razón, aún así continuó su camino a la escuela, seguro estaría allí.
Retomó la calle de siempre, y casi llegando a la escuela notó que detrás de él venía su amiga Yui, este la esperó a que llegara.

-Hola.- Saludó rutinariamente Diego.
-Hola, ¿te pasa algo?, te noto raro.- Explicó Lidia con rostro de preocupación.
-Se nota que me conoces, pero…Deja, no es nada importante.- Respondió Diego intentando evadir una conversación que creía innecesaria.

Entraron ambos a la escuela, ya llegando al salón de clases se dieron cuenta que algunos profesores se encontraban susurrando y algo extraños.
Al entrar a la clase, como de costumbre para los Jueves, entró el maestro Iñigo primero.

-Buenos días a todos.- Saludó, con un tono extraño.
-Bueno tenemos una mala noticia y antes que nada, pediría que sean discretos a la situación y que no se angustien.- Comenzó a decir para tranquilizar a los alumnos.- El hermano del maestro Miller ha fallecido, y no queremos que el mismo se sienta aún más angustiado por cualquier otra cosa.-
-¿Qué no era el último miembro de la familia con el cual contaba?.- Preguntó un alumno con clara delicadeza.
-Si, y por eso les pedimos discreción, comprensión y apoyo sobre todo.- Respondió el maestro.

Diego sintió de repente aquel escalofrío nuevamente, y se puso muy triste.
Lidia notó la angustia en su amigo y preguntó con discreción:

-¿Ya lo sabías?, estás pálido como hace un rato.-
-No, pero si presentí algo malo cuando pasé esta mañana por la casa de Miller.- Contestó sinceramente.
-Ahhhh…Pues, lo siento, se que era tu maestro favorito y amigo.-
-Gracias, siempre sabes que decir.- Dijo Diego sonrojándose levemente.

Luego de mantener una clase algo silenciosa con Iñigo, los alumnos habían supuesto que tendrían a Miller, preparándose para apoyar a su maestro.
Para su sorpresa, la clase fue tomada por la señorita Miku. La misma, explicó a los alumnos que Miller tomaría el día libre para reponerse de lo sucedido, y que ella tomaría su clase en esa ocasión.
Aún así, Diego seguía preocupado por su maestro, pero mientras tanto no podía hacer nada.
Al finalizar el horario escolar con un fuerte aliento de Miku para el examen que se aproximaba, todos se retiraron.
Diego salió casi sin rumbo hacía la casa del maestro, Lidia entre tanto, preocupada le preguntó:

-¿Vas a ir a verlo verdad?, ¿o me equivoco?.-
-Pues no, no te equivocas, espero no pretendas convencerme de no hacerlo, sabes muy bien que es algo que necesito hacer.- Respondió como si su amiga no fuera muy importante en ese momento.
-En realidad pensaba acompañarte, claro, si quieres.- Contestó para la sorpresa del muchacho.
-Claro que no me molesta, vamos.-

Ambos partieron con velocidad por las calles de Ciudad Jubileo rumbo a la casa de Miller.
Al llegar, nadie respondía a los llamados de la puerta y los niños comenzaron a preocuparse. Entraron en la casa por una ventana que había dejado abierta Miller en un descuido.
Al entrar, nadie se encontraba dentro, no había señales si quiera de que alguien hubiera estado ahí desde la mañana.

-Ven, vámonos, él no está aquí y creo saber donde está.- Explicó Diego a su amiga.

Diego salió a toda velocidad seguido por su amiga Lidia detrás de él.
Diego llegó al lugar donde vio entrenar a Miller y su Phanpy, su maestro estaba allí, sentado en una gran roca con un Donphan a su lado, mirando el cielo celeste con algunas nubes color blanco en su totalidad.

-Se...- Logró decir Diego, en cuanto Lidia colocó la mano en su hombro para detenerlo.
-Espera.- Fue lo único que ella le dijo.

Pasado algunos segundos, ambos se acercaron en forma silenciosa a su maestro, en cuanto los vio, sonrió.

-Gracias, aunque no era necesario que estuvieran aquí.- Dijo Miller.
-Nadie tiene que estar solo en momentos como estos.- Respondió Diego de manera tan sabia que sorprendió a los presentes.
-¿Sabes Diego?, déjame hacerte un pequeño obsequio.- Comentó Miller, mientras sacaba una PokeBall de su cinturón.- Es Phanpy, sí, noté el aprecio que le tienes y ya hablé con él, está de acuerdo en querer estar contigo, al parecer le cayeron bien tú y tus elogios de ayer.- Explicó para continuar.
-Pero es…- Dijo, pero fue interrumpido nuevamente.
-Me encantaría que lo aceptaras, seguro se convertirán en muy grandes amigos.-
-Pues, entonces, gracias.- Dijo tomando la Ball.- Prometo que lo cuidaré, pero quiero compensarlo con algo.- Argumentó mientras sacaba de su mochila aquella cadenita que le entregó su hermano.
-Gracias, seguro es muy valiosa para ti.- Replicó Miller reponiéndose y ya casi en un buen estado anímico.
-Si, lo es.- Explicó para la luego continuar.- Esta cadenita pertenecía a un gran amigo que ahora se fue de viaje a la región de Kanto, David Siuk es su nombre, me la entregó antes de marcharse a una misión comisionada por Serbal y Oak, digamos que es como una garantía que en algún momento viajaríamos juntos.-
-Pues entonces, ¿por qué me la estás entregando?, creo que deberías conservarla.- Insistió el mayor.

Mientras Lidia solo observaba con atención, la conversación continuaba.

-Consérvala, yo confío en él y tengo garantía de que no me fallará.- Volvió a intentar de convencerlo.
-En ese caso, gracias, deben ser muy buenos amigos, como tú y Lidia, ¿no es así?.- Agradeció y preguntó con picardía.
-Ahhhh….Pues sí.- Intervino ella algo ruborizada.

Luego de un rato más de conversación sobre la relación entre Diego y su amiga, Miller se dirigió a sus alumnos para decirles que volvería a su casa y que ellos deberían de hacer lo mismo. Agradecido por la compañía este se retiró, y simultáneamente los chicos.

-Me gustaría hablar contigo en el ocaso.- Dijo Diego con algo de timidez.
-¿Si?, bueno, me parece bien, nos vemos en el parque entonces.- Respondió algo intrigada y confundida.

Ambos se separaron al llegar a la casa de Yui, se despidieron.
A continuación Diego pensó en sacar a Phanpy de su PokeBall, pero luego quiso esperar a que estuvieran en su casa.
Llegando casi en la tarde, Diego llegó a su casa y saludó a sus padres, posteriormente se dirigió a su cuarto por el limpio piso de madera de la casa. Entrando a su cuarto se sacó la mochila de la espalda y la colgó en un perchero, luego tomó la Ball en su mano y la miró algunos segundos pensativo.

-Adelante Phanpy.- Exclamó para solicitar la aparición de su nuevo pokémon.

Saliendo de su PokeBall, Phanpy miró a su entrenador con simpatía, aunque algo confundido, Miller había hablado con él, pero no presenció el momento del obsequio.

-Hola pequeño, ¿cómo estás?, espero no te moleste que Miller te haya obsequiado y espero que nos llevemos bien.- Le explicó al pokémon que se encontraba junto a él.
-Phanpy-Phan.- Fue la respuesta al principio dudosa y luego agradable del mismo.
-Bueno, ¿qué te parece que conversemos un rato y luego entrenamos tus ataques?

Phanpy asintió con la cabeza y se dispuso a salir con su nuevo entrenador.
Ambos salieron al patio trasero de la casa, con algunas flores y dos arboles, miraron entonces el cielo que estaba a pocas horas de oscurecer.

-Bueno, ¿te importaría mostrarme tus ataques?.- Le preguntó Diego a su pokémon.

Phanpy empezó usando Desenrollar contra uno de los arboles, y Diego le pidió cuidado o su madre se molestaría, continuó entonces con Magnitud y luego Ataque Arena, para luego finalizar con Riso de Defensa, quedando como una bolita tierna que le agradaba a Diego.
Luego de un largo entrenamiento ambos notaron que ya estaba por oscurecer, y que si no se daban prisa llegarían tarde al parque, así que estos partieron a toda velocidad, Diego corriendo y a su lado Phanpy con Desenrollar rumbo al parque.
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OrmuS

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MensajeTema: Re: Pokémon: Amigos Inseparables   Pokémon: Amigos Inseparables EmptyMiér Dic 16, 2009 11:48 pm

Bueno ya sabes lo que opino y sino visita PF, me guso muchoestps capitulos.
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Van

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MensajeTema: Re: Pokémon: Amigos Inseparables   Pokémon: Amigos Inseparables EmptySáb Ene 02, 2010 2:15 pm

Me he quedado con ganas de saber que le quiere decir a Lidia, aunque me lo imagino :3
En fín, me ha gustado bastante el capítulo, no tiene muchos errores notables, espero que no tardes en publicar el siguiente.

8/10
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